domingo, 3 de noviembre de 2013

El pueblo de Alcublas y su calle de Galotxa




Uno de los componentes de este grupo, Jordi Muñoz, actualmente  está dentro de una competición federada de “Galotxa”. En esta sección hablaremos sobre la instalación que utilizan como “campo propio” o “pista local” a la hora de los enfrentamientos, es decir, la “Calle de Alcublas”.




Como muchas de las instalaciones dedicadas a la Pilota Valenciana en nuestra comunidad, el no consultar con un experto de pilota, hizo diseñar a un arquitecto una calle de “Galotxa” con unas medidas que no son del todo correctas. De largo tiene 54 metros, y de ancho 10 metros, las cuales sí que se cumplen, pero la distancia que existe entre la pista y su cubierta es de 12 metros, por lo que convierte a la Calle en una pista larga, pero demasiado baja como para jugar con naturalidad y comodidad.
La pista de juego está construida con un material semejante al cemento que permite a la pelota realizar un bote limpio sin que deslice demasiado semejante al utilizado en el Frontón de pelota a mano. Lo ideal sería que fuera de piedra, en muchas calles artificiales donde el presupuesto es mayor, el suelo de la calle está hecho de losas de piedra o cemento de finalización pétrea.

GALOTXA: MODALIDAD E INSTALACIONES



LA GALOTXA



La “Galotxa”, hoy por hoy es la modalidad mas practicada en la comunidad valenciana (la gran mayoría son aficionados).




La “Galotxa”, al igual que “L’escala i corda”, se basa en un juego directo que comienza con un saque de técnica llamado “ferida” (consiste en lanzar la bola desde la zona de saque, que pase por encima de las cuerdas central y la “galotxa” (cuerda de falta) y caiga dentro del “dau”) y después los equipos deben lanzar la pelota al campo contrario 
intentando conseguir que éste no la pueda devolver (que de más de un bote en el suelo, la golpeen dos jugadores, o sea golpeada con cualquier parte del cuerpo que no sea la mano).

En la siguiente imagen observamos las características de una calle de Galotxa



 



 Inicialmente, la “Galotxa” se jugaba en las calles de los pueblos valencianos las cuales median más de 50 metros de larga y tenían entre 5 y 7 metros, pero debido al aumento del tráfico tanto en ciudades como en pueblos y las posibles quejas del vecindario, muchos pueblos comenzaron a construir calles artificiales donde jugar a Galotxa sin interferir en la vida normal de los ciudadanos.


   Estas calles artificiales deben ajustarse a dimensiones requeridas para el juego (mayores a 50 metros de larga y con una anchura nunca inferior a los 5 metros). A partir de ahí, cada pueblo la adapta a su gusto para darle más vistosidad al juego o para contar con cierto realismo en referencia a las calles de pueblo, de ahí la construcción de detalles como balcones, ventanas (ciegas), puertas de casa y de garaje, aceras, incluso alcantarillado (caso de Borbotó por ejemplo).